Tuesday, July 15, 2008

Ronaldinho; ex fuera de serie para un equipo en la última estación

Por Mario Sconcerti





Es difícil que un fuera de serie arruinado vuelva a ser un fuera de serie. Ponerse de nuevo en movimiento continuamente significa haberse equivocado continuamente. El fuera de serie es un congenio perfecto y en consecuencia, delicado. Si se infla y se desinfla pierde automatismo; será un atleta distinto, pero sin su verdadera diferencia. No importa cuán consciente sea de haberse equivocado demasiado, de cuán humillantes sean las condiciones que vaya a aceptar. El fuera de serie perdido cree siempre que es él mismo el que decide su destino, cuando en realidad es lo contrario. A su modo, es una verdadera dependencia del lujo, de lo fácil, de la materia. El fuera de serie es un místico; o busca establecer su propio equilibrio o no podrá ser fuera de serie el domingo próximo. Ronaldinho tiene mucho de todo lo que no se debe hacer. Probablemente no sea recuperable al nivel que supo tener.

Su debilidad creció con regularidad. Primero faltó a algunos entrenamientos, después faltó a muchos entrenamientos, al final, fue a pocos entrenamientos. Después llegó la exclusión, la oficialización de la “enfermedad”, la fase más dura, la que confirma el cambio y nos dice a todos qué es este crack ahora. En total son un par de temporadas perdidas por alguien que gana como ningún otro, 26 millones al año. ¿Puede Ronaldinho volver a ser un fuera de serie? Probablemente no. En la vida real nadie invertiría 40 millones brutos en dos años en una causa tan riesgosa. Ronaldinho sólo valdrá, a partir de mañana casi el diez por ciento de la facturación total del Milan. Ninguna sociedad “seria” osaría tanto. Pero esto es fútbol, que necesita fantasía, que necesita fe. Si Ronaldinho tuviese aunque sea una posibilidad, en el mundo de las fantasías sería un negocio, porque no hay más negocios que valgan sentimientos. Es probable que el Milan esté cometiendo un error, pero el por qué es comprensible. El Milan es una máquina grande y extremadamente compleja, que está llegando a su estación final. Es una máquina que tiene que ser desarmada, estudiada, repensada y reconstruida. Un tiempo inmenso para lo que son los tiempos del fútbol. No pudiendo seguir la estrategia de la lógica, se eligió la del milagro. Se construye el equipo en base a hombres top. No se busca la amalgama, se busca el individuo. No el remedio, sino el mago. Así fue con Ronaldo y así fue con la juventud excesiva de Pato. Y es así ahora con Ronaldinho. Un concepto muy televisivo.

Lo importante es el conductor, después viene el programa. Y así como los canales de televisión de Berlusconi tenían que oscurecer a la RAI, el Milan tiene que recuperar el espacio que le robó el Inter. El Milan de este 20 aniversario podrá ser ganador o no. Si pierde, traiciona todo el proyecto. Ronaldinho no es más que una aceleración, la más fuerte y problemática de todas. Intentarla es parte de la grandeza del Milan, de su saber jugar con el fútbol. Si Ronaldinho vuelve a ser un atleta, el Milan volverá a ganar automáticamente, burlándose de cualquier ley del tiempo y de las cosas. Tal vez no lo logre, pero justo por eso hay que respetar la humildad de este salto al vacío. El Milan redobla. Y la clave esta vez son sus reglas. Es el Milan mismo. Nadie soportaría otro fracaso.

Il Corriere de la Sera, 15 de Julio de 2008


(Me parece una buena observación sobre lo que fueron las últimas movidas del Milan en materia de fichajes, por eso lo traduje. Acá está el artículo original.)

3 comments:

Fútbol Whisky said...
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Anonymous said...

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Al igual que su artículo muy bien escrito!